Museo del arroz de Valencia


Si hablamos de arroz, una de las zonas productoras por excelencia en España es Valencia, y en este sentido, no podía faltar un museo que describiera los usos y costumbres relacionados con el tratamiento de la gramínea que da lugar a uno de los platos más reconocidos internacionalmente, la
Paella.

Situado en un barrio de enorme arraigo, El Grao, se encuentra el Museo del arroz de la ciudad de Valencia. El edificio que lo alberga es un antiguo Molino que comenzó a funcionar a principios del siglo XX, y que en la actualidad presenta un excelente estado de conservación gracias a la restauración promovida por el ayuntamiento en colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia.

Para hacernos una idea del proceso de tratamiento del arroz, éste pasaba por la siguiente maquinaria:

Zaranda de limpieza: Para separar las impurezas iniciales del arroz

Descascaradoras: Separando la cáscara del grano

Blanqueadora: Eliminando el salvado para dejar la característica superficie blanca del grano.

Zaranda clasificadora: Separando los granos de arroz según los distintos tamaños

Triarpalay: Separando el grano roto del entero mediante un cilindro que gira y tiene alveolos en sus paredes.

Dosificadora: Que controla la cantidad de grano roto que se mezcla con el grano entero

Matizadora: Mezcla el arroz con un aceite que mejora tanto su aspecto como su conservación.

Ensacadora: Distribuyendo el grano de arroz en distintos sacos para su comercialización posterior.

Este proceso puede observarse directamente en el Museo a través de la maquinaria restaurada y distribuida en distintas plantas, funcionando a un ritmo previamente programado que permite hacerse una idea bastante clara de cómo se desarrollaba el trabajo a principios del siglo pasado.

Una vez finalizada la visita, recomiendo no perderse:

Las Reales Atarazanas: declaradas monumento histórico-artístico en 1949, y que tienen su origen en la concesión de la licencia que el rey de Aragón Pedro III el Grande otorga en 1284 a los Cónsules de la Ciudad para edificar un local con el fin de construir y reparar los barcos que la Corona precisara en su lucha por conseguir el trono de Sicilia entonces en disputa.

y dar un bocado en:

Bodegas Montaña: Degustando especialidades como las anchoas, la Clóxina valenciana, las croquetas de bacalao, y otras recetas acompañadas de una bodega de impresión.

Espero que os guste

Foto Atarazana y Paella: FlickrCC. Texto Reales Atarazanas, aquí. Fuente Museo, aquí

Los Chiringuitos como recurso gastronómico

Según una de las acepciones del diccionario de la RAE, un Chiringuito es un quiosco o puesto de bebidas al aire libre. Entendidos como tal, la verdad es que quedarían excluidos muchos de los Chiringuitos de playa que frecuentamos en verano.

Suelen complementar su oferta de bebidas con una propuesta gastronómica reducida que incluye elaboraciones adaptadas a un clima caluroso.

Partiendo de la idea que tenemos de lo que es un Chiringuito, yo me pregunto en qué medida pueden evolucionar para convertirse en si mismos en un recurso que atraiga a turistas que valoran especialmente la gastronomía del destino que visitan.

Analizando distintos Chiringuitos que he visitado este verano, llego a la conclusión de que es algo que tarde o temprano se va a producir. Inicialmente puede parecer tarea imposible, pero mirando el proceso de reconversión que actualmente se está dando en el sector de restauración, nada hace pensar que no vayan a surgir conceptos de restauración novedosos vinculados con los Chiringuitos.

De hecho, ya están surgiendo, como el recientemente inaugurado Pez Vela, en los bajos del impresionante Hotel Vela de Barcelona, o Ca la Nuri en la zona del Paseo Marítimo. Otro claro ejemplo podría ser CbBC en Ibiza en sus diferentes conceptos.

Creo que actualmente la imagen que se tiene de los Chiringuitos, aún siendo muy positiva, no es precisamente la que ofrecen los negocios señalados, y quizás este sea el motivo por el cual se hará necesario crear una nueva tipología de Chiringuitos que actualice su imagen a través de la definición de un conjunto de atributos claramente identificables para el turista.

En mi opinión, sería muy similar a la adaptación sufrida por los bares reconvertidos en Gastrobares. Esta idea que inicialmente parecía difícil de materializar, se ha convertido en poco tiempo en algo que identifica claramente a una tipología concreta de negocios de restauración.

Puestos a dar nombres, se me ocurre el de Gastrobeach o el de Gastrochiringuito para englobar a un conjunto de chiringuitos que pueden convertirse con el tiempo en un referente para todos aquellos turistas que viajan con un clara motivación gastronómica.

Los chiringuitos permiten el disfrute de un buen desayuno a pie de arena, comer un pescado de lonja o un buen arroz con vistas al mar, degustar cócteles elaborados por profesionales y, en definitiva, sacar el máximo provecho de uno de los mayores privilegios que tenemos en las zonas de costa de España, nuestro excelente clima.

Apuesto por los chiringuitos:)

Foto: FlickrCC

Actualización Junio 2012 (Chiringuito Escrivà) y Julio 2012 (artículo en El País) y aquí

 

Paradores de Turismo y el fomento de la cocina regional

Hoy voy a hablar de lo que considero un referente en el turismo y la gastronomía en España desde hace más de 80 años: los Paradores de Turismo.

El Parador de Gredos, origen de lo que posteriormente se convertiría en la Red de Paradores de España, fué inaugurado en 1928 por Alfonso XIII. Posteriormente se sucedería el acondicionamiento de edificios con un alto valor histórico-artístico, ubicados en entornos de gran valor paisajístico.

A lo largo de todo este tiempo, y hasta llegar a los 93 Paradores que componen actualmente la red, se han ido adaptando a una demanda cada día más exigente, que valoraba y valora enormemente la gastronomía del entorno donde se aloja.

En este sentido, y para dar respuesta a esta demanda, Paradores se ha convertido con el paso del tiempo en un referente del Turismo Gastronómico en España, mucho antes de que ni siquiera se hablara de propuestas dirigidas a los turistas cuyo motivo principal de viaje es la gastronomía.

Con todo ese bagaje a sus espaldas, en el año 2006 se crean los Paradores Escuela, destinados a poner en valor todo el conocimiento que en turismo y gastronomía atesora la propia Red de Paradores.

Junto a esta iniciativa, y de manera permanente, se desarrollan propuestas que promocionan la cocina regional de los distintos destinos turísticos donde se ubican los Paradores, como por ejemplo «Sabores de Ávila» o los menús de verano que se pueden disfrutar estos meses.

También fomentan el Turismo enológico a través de rutas específicas como la ruta de los vinos de Ribera del Duero, Rueda y Toro y Rioja y Navarra.

Otro aspecto que siempre me ha parecido interesante de su propuesta es el diseño de ofertas gastronómicas que contemplan necesidades específicas de determinados colectivos, como niños, celíacos, diabéticos, etc.

Si preguntáramos a las personas que se han alojado en varios Paradores con cuál de ellos se quedaría, seguro que habría diversidad de opiniones, porque el que más y el que menos tiene un atractivo que lo hace diferente.

Yo, particularmente, tengo un excelente recuerdo de una visita que hice al Parador de Toledo, desde donde se observa una panorámica espectacular de la ciudad. Todo un lujo poder desayunar contemplando una imagen que más bien parece una postal de la ciudad de las tres culturas.

Foto: Flickrcc

Club gastronómico de Vinaròs

Siguiendo con la búsqueda de propuestas claramente definidas entorno al Turismo Gastronómico, hoy es el turno de una iniciativa que nace en el año 2009 y que, poco a poco, se va consolidando como referente gastronómico en la provincia de Castellón.

Se trata del Club Gastronómico de Vinaròs, propuesta que intenta dar a conocer  la gastronomía de uno de los municipios turísticos más importantes de la Costa de Azahar, en la comarca del Bajo Maestrazgo.

El elemento que articula el Club gastronómico es el famoso langostino de Vinaròs, a partir del cual se desarrollan distintas actuaciones a lo largo del año. Dentro de estas propuestas, destacan el reconocido Concurso Nacional de Cocina Aplicada al Langostino y las Jornadas de Cocina aplicada al Langostino de Vinaròs.

Como recomendación para este mes de Agosto, os propongo la realización del Tapa Tour, recorrido que permite degustar a un precio de 5 euros una tapa de langostinos con bebida a elegir entre vino, cerveza o cava. Esta propuesta parte de una tradición bastante arraigada en Vinaròs consistente en tomar un vermut junto con una tapa antes de comer.

Que aproveche a quien pueda disfrutarlo

Club de Turismo Gastronómico de Cataluña

Hoy os comento una iniciativa promovida por la Agencia Catalana de Turismo que viene desarrollándose desde hace ya bastante tiempo. En esencia, se trata de un Club de Turismo Gastronómico dirigido a apoyar la comercialización de las empresas, asociaciones y organismos involucrados en la generación de experiencias turísticas vinculadas con la gastronomía.

A modo de ejemplo, aparecen representados colectivos de cocina, empresas de alojamiento, entidades de promoción turística, intermediarios como agencias especializadas, patronatos, ayuntamientos, restaurantes, escuelas de cocina y, en definitiva, los distintos agentes implicados en el destino.

Las principales acciones que se desarrollan están centradas en el aprovechamientos de sinergias en el ámbito de la comercialización, como por ejemplo:

* Edición de publicaciones específicas

* Presencia de los miembros del Club en la Web de la Agencia Catalana de Turismo

* Acceso a un Foro profesional sobre Turismo Gastronómico

* Asesoramiento técnico requerido por alguno de sus miembros

Como muestra del interés institucional y empresarial por la especialización turística, también existen los Clubes de producto Cultural, Activo, de Naturaleza, de Golf y Wellness.

En definitiva, un claro ejemplo de cómo los distintos agentes de un destino pueden colaborar en la promoción de su patrimonio turístico y gastronómico.

 Fotos: FlickrCC